Livington es un pequeño pueblo anclado sobre una diminuta península en el Caribe guatemalteco, un pequeño lugar lleno de particularidades y problemáticas, un pequeño lugar habitado por un mar de niños y niñas que se esparcen por playas y calles de este pequeño mundo, un pequeño lugar frente al mar, un pequeño lugar donde los y las niñas juegan a esperar (juego muy nuestro, pero sin duda, hoy más de ellos que de nadie).
¿Te gusta la historia?
¡Qué bien!...
Ahora tú te has de preguntar qué tiene que ver esta nota contigo y con tu tiempo, tal vez nada, o quizás no sea tan simple de explicar, pero lo intentaremos de la siguiente forma, ¿estás listo?
Queremos trabajar con niños y niñas del sector, apoyando o reforzando los procesos educativos de la localidad (procesos educativos, que al parecer de muchos y muchas, dejan algo más que desear que el simple título de educación).
Y tú te has de preguntar, ¿y para qué?...
El para qué se encuentra dibujado en el rostro de todos los y las niñas que invaden de color las playas del lugar, donde unos y otros se refugian en la in-certeza de un mañana, en la imposibilidad de un espacio donde la duda se enfrente a través de la experimentación; el para qué se dibuja en el juego del aprendizaje, en la posibilidad de transformar realidades, de aprender, de enseñar, en el dar sin esperar.
Para lograr nuestro objetivo intentamos armar una pequeña biblioteca comunitaria que sirva de espacio de apoyo pedagógico y de sensibilización socio-comunitaria, un espacio donde los unos y las otras puedan construir desde la posibilidad del experimentar, del recrear, sin más fin que el del aprendizaje reflexivo.
¿Qué necesitamos?: libros, cuadernos, hojas de dibujo, crayones, pinceles, pinturas, reglas, gomas de borra, pegamento, lápices, sacapuntas, tijeras, juegos de mesa, artículos deportivos, música, instrumentos musicales (cualquiera es bueno, si funciona), artículos escolares, recreativos y/o deportivos, también buscamos material para manualidades e investigación, (lupas, pinzas, coladores, etc.).
Hoy contamos con una casa donde ya ha empezado a funcionar la biblio-ludoteca infantil, "Beluba luba Furendei" (Entra en la casa de aprender), con un mínimo de veinte niños que asisten regularmente. Tenemos unos pocos libros, algunos lápices de colores, un par de rompecabezas, casi ninguna cartulina o papeles de dibujo. Tenemos todos, chicos y grandes, muchas ganas de trabajar. Además de la lista de materiales que ya hemos incuido más arriba, necesitamos reforzar nuestra casita casi en ruinas: necesita láminas para el techo, parales de madera, alguna plancha de Fibrolit, material eléctrico, pintura... Todo el apoyo que nos quieras brindar, sea en forma de material de construcción, de materiales educativos o lúdicos, o incluso de dinero en efectivo será bienvenido y mejor usado. Para garantizarte la transparencia y el buen uso de tu aporte, puedes venir cuando tú quieras por nuestra casa y revisas el material o repasas las cuentas... Estamos en la calle Barrio Minerva 83-65; es en paralelo al gimnasio municipal o al palenque.
Muchos se preguntarán cuál es el sentido de esta idea;
La respuesta se encierra en un juego, en una posibilidad de entregarle al otro/a, un espacio abierto y lo más lleno posible de opciones, un espacio donde las respuestas sean creación colectiva o individual a sus dudas. Un espacio donde niñas y niños jueguen a creer y a crecer, un espacio, que espramos todos los que participamos en este juego, que sea entendido y manejado por los propios niños y niñas del sector, una biblioteca juvenil comunitaria, una biblioteca taller donde unos y otras puedan encontrar no sólo un espacio abierto también un lugar común donde se pueda recrear el imaginario infantil.
Las mejores opciones para generar cambios en lo social no están amarradas a las instituciones Las mejores opciones para generar cambios en lo social no están amartradas a las instituciones y/o organizaciones, sino a (en) las personas, tú, yo, él o ella; somos las personas las que movemos el mundo, las que generamos propuestas distintas, las que creemos en las acciones e intentamos que los discursos sean realidad. intentamos que los discursos sean realidad.
¿Quines somos?
Somos los que somos, un grupo, un equipo, una plaga, un quiste, el "título" da lo mismo, somos anas, mynor, candidos, saras, friedas, luises, nancys, ivanes, aldor, miriam, nurias, juanjos, niños, niñas, adultos y no tanto.
¿Quienes nos acompañan en esta aventura?
Un grupo de amigos no institucionalizados, ¡Otros si!; "hasta el momento". También están los que aparecen desde los confines de la sorpresa y los otros:
Casa Intercultural de la Económica, Ciudad Quetzal, Centro de las Artes y Estudio de Guitarra Paco Godoy, zona 1 de la ciudad de Guatemala, Estudios Guterales "ideas en evolución", Creativos Asociado, Producciones de Macabra, ludoteca aprender jugando, poetas y no tanto, actores, psicólogos, niñas y niños, trabajadores sociales, estudiantes, profesionales y desprofesionalizados, niños y no tan niños, antropólogos y antropófagos, profesores, consultores y consultados, escritores, muralistas, músicos, y la suma interminable de buenas voluntades esparcidas por distintos lugares.
¿Donde estamos?
En todos lados; Ciudad de Guatemala, en Livingston, Barrio Minerva, pero creemos que los hay también en España (vale), Francia (mon dieu, mesié), Chile (P^tas), México (órale), Guatemala (chilero), Argentina (macanudo, che), Marruecos (Sala Malekum), Inglaterra (cool), Canadá (oui et ok), Nicaragua (poesía) y en cualquier lugar donde la posibilidad de soñar esté sembrada, y también mas allá.
Si tú quieres y puedes apoyarnos, sólo contáctate con nosotros a través de estos correos electrónicos: ivan_jamet@hotmail.com, saramartinezjuan@gmail.com.
Los teléfonos son: 5050 7726, 5860 1040 y 7947 0376 de la República de Guatemala. O en Barrio Minerva.
Tu apoyo, tus letras, tu aporte son lo que necesitamos para saber que los sueños se pueden hacer realidad.
Desde aquí y hasta qualquier lugar del mundo reciban una cordial invitación a participar de todas las formas posibles en esta historia.
Un gracias a veces no basta, pero alcanza y llega al corazón de todos.
Los conocidos de caso siempre:
Yomis de tal y la de todos aquellos otros, que por puro pudor no quisieron poner su nombre.
¡Gracias totales!
Y colorín colorado, esta historia ha empezado
En un lejano lugar llamado Livingston, hay una pequeña biblioteca...
¿Te gusta la historia?
¡Qué bien!...
Ahora tú te has de preguntar qué tiene que ver esta nota contigo y con tu tiempo, tal vez nada, o quizás no sea tan simple de explicar, pero lo intentaremos de la siguiente forma, ¿estás listo?
Queremos trabajar con niños y niñas del sector, apoyando o reforzando los procesos educativos de la localidad (procesos educativos, que al parecer de muchos y muchas, dejan algo más que desear que el simple título de educación).
Y tú te has de preguntar, ¿y para qué?...
El para qué se encuentra dibujado en el rostro de todos los y las niñas que invaden de color las playas del lugar, donde unos y otros se refugian en la in-certeza de un mañana, en la imposibilidad de un espacio donde la duda se enfrente a través de la experimentación; el para qué se dibuja en el juego del aprendizaje, en la posibilidad de transformar realidades, de aprender, de enseñar, en el dar sin esperar.
Para lograr nuestro objetivo intentamos armar una pequeña biblioteca comunitaria que sirva de espacio de apoyo pedagógico y de sensibilización socio-comunitaria, un espacio donde los unos y las otras puedan construir desde la posibilidad del experimentar, del recrear, sin más fin que el del aprendizaje reflexivo.
¿Qué necesitamos?: libros, cuadernos, hojas de dibujo, crayones, pinceles, pinturas, reglas, gomas de borra, pegamento, lápices, sacapuntas, tijeras, juegos de mesa, artículos deportivos, música, instrumentos musicales (cualquiera es bueno, si funciona), artículos escolares, recreativos y/o deportivos, también buscamos material para manualidades e investigación, (lupas, pinzas, coladores, etc.).
Hoy contamos con una casa donde ya ha empezado a funcionar la biblio-ludoteca infantil, "Beluba luba Furendei" (Entra en la casa de aprender), con un mínimo de veinte niños que asisten regularmente. Tenemos unos pocos libros, algunos lápices de colores, un par de rompecabezas, casi ninguna cartulina o papeles de dibujo. Tenemos todos, chicos y grandes, muchas ganas de trabajar. Además de la lista de materiales que ya hemos incuido más arriba, necesitamos reforzar nuestra casita casi en ruinas: necesita láminas para el techo, parales de madera, alguna plancha de Fibrolit, material eléctrico, pintura... Todo el apoyo que nos quieras brindar, sea en forma de material de construcción, de materiales educativos o lúdicos, o incluso de dinero en efectivo será bienvenido y mejor usado. Para garantizarte la transparencia y el buen uso de tu aporte, puedes venir cuando tú quieras por nuestra casa y revisas el material o repasas las cuentas... Estamos en la calle Barrio Minerva 83-65; es en paralelo al gimnasio municipal o al palenque.
Muchos se preguntarán cuál es el sentido de esta idea;
La respuesta se encierra en un juego, en una posibilidad de entregarle al otro/a, un espacio abierto y lo más lleno posible de opciones, un espacio donde las respuestas sean creación colectiva o individual a sus dudas. Un espacio donde niñas y niños jueguen a creer y a crecer, un espacio, que espramos todos los que participamos en este juego, que sea entendido y manejado por los propios niños y niñas del sector, una biblioteca juvenil comunitaria, una biblioteca taller donde unos y otras puedan encontrar no sólo un espacio abierto también un lugar común donde se pueda recrear el imaginario infantil.
Las mejores opciones para generar cambios en lo social no están amarradas a las instituciones Las mejores opciones para generar cambios en lo social no están amartradas a las instituciones y/o organizaciones, sino a (en) las personas, tú, yo, él o ella; somos las personas las que movemos el mundo, las que generamos propuestas distintas, las que creemos en las acciones e intentamos que los discursos sean realidad. intentamos que los discursos sean realidad.
¿Quines somos?
Somos los que somos, un grupo, un equipo, una plaga, un quiste, el "título" da lo mismo, somos anas, mynor, candidos, saras, friedas, luises, nancys, ivanes, aldor, miriam, nurias, juanjos, niños, niñas, adultos y no tanto.
¿Quienes nos acompañan en esta aventura?
Un grupo de amigos no institucionalizados, ¡Otros si!; "hasta el momento". También están los que aparecen desde los confines de la sorpresa y los otros:
Casa Intercultural de la Económica, Ciudad Quetzal, Centro de las Artes y Estudio de Guitarra Paco Godoy, zona 1 de la ciudad de Guatemala, Estudios Guterales "ideas en evolución", Creativos Asociado, Producciones de Macabra, ludoteca aprender jugando, poetas y no tanto, actores, psicólogos, niñas y niños, trabajadores sociales, estudiantes, profesionales y desprofesionalizados, niños y no tan niños, antropólogos y antropófagos, profesores, consultores y consultados, escritores, muralistas, músicos, y la suma interminable de buenas voluntades esparcidas por distintos lugares.
¿Donde estamos?
En todos lados; Ciudad de Guatemala, en Livingston, Barrio Minerva, pero creemos que los hay también en España (vale), Francia (mon dieu, mesié), Chile (P^tas), México (órale), Guatemala (chilero), Argentina (macanudo, che), Marruecos (Sala Malekum), Inglaterra (cool), Canadá (oui et ok), Nicaragua (poesía) y en cualquier lugar donde la posibilidad de soñar esté sembrada, y también mas allá.
Si tú quieres y puedes apoyarnos, sólo contáctate con nosotros a través de estos correos electrónicos: ivan_jamet@hotmail.com, saramartinezjuan@gmail.com.
Los teléfonos son: 5050 7726, 5860 1040 y 7947 0376 de la República de Guatemala. O en Barrio Minerva.
Tu apoyo, tus letras, tu aporte son lo que necesitamos para saber que los sueños se pueden hacer realidad.
Desde aquí y hasta qualquier lugar del mundo reciban una cordial invitación a participar de todas las formas posibles en esta historia.
Un gracias a veces no basta, pero alcanza y llega al corazón de todos.
Los conocidos de caso siempre:
Yomis de tal y la de todos aquellos otros, que por puro pudor no quisieron poner su nombre.
¡Gracias totales!
Y colorín colorado, esta historia ha empezado
En un lejano lugar llamado Livingston, hay una pequeña biblioteca...
